Los diagnósticos participativos se estructuran a partir de una radiografía para cada barrio, contexto o proyecto, permitiendo realizar estudios y evaluaciones previas donde detectar las necesidades, problemáticas y propuestas de la ciudadanía activa. Este proceso analítico en abierto tiene el objetivo de obtener conclusiones consensuadas y, de esta manera, plantear una hoja de ruta y/o un plan de acciones comunes.
Conocimiento o saber que posibilita la coordinación de actividades que se planifiquen de manera colectiva. Esta capacidad está dirigida a incentivar, diseñar y realizar proyectos culturales desde cualquier ámbito. Para ello es necesario que se habiliten herramientas y contextos donde se posibilite esta actividad. También es imprescindible articular canales para la toma de decisiones colectivas que propicien una programación colaborativa.
Vídeo en Directo · SÁBADO 7 ABRIL · 11:00 Horas
Laura, de Hablar en arte, nos plantea abordar la gestión cultural desde la perspectiva de las dinámicas de gestión, desde las dinámicas de trabajo. Para Hablar en arte, la educación y los procesos pedagógicos son los puntos de partida de los proyectos de gestión cultural. La gestión cultural se presenta no tanto desde las técnicas y metodologías tradicionales, sino desde el conocimiento de los proyectos, de los destinatarios y de los objetivos de los proyectos.
Es, en suma, una plataforma de proyectos que trabaja en el apoyo a la creación, difusión y promoción de la cultura contemporánea: promoviendo exposiciones y eventos de culturales, así como desarrollando programas de actividades educativas, de mediación y acciones de cooperación cultural y social; difundiendo.
Todos los proyectos se desarrollan desde una perspectiva colaborativa, teniendo en cuenta a los destinatarios y sus necesidades, con el objetivo de crear un impacto relevante en dichos colectivos receptores. La accesibilidad y el tener en cuenta al destinatario de referencia se presenta como una de los pilares del modelo de gestión, cada proyecto es, por lo tanto, diferente y se adecúa a los receptores concretos. Uno de estos proyectos (Empower parents) incluye familias con autismo que tienen una relación con la cultura y el acceso a ella muy característica. Hablar en arte propone una apuesta por la accesibilidad para este y otros colectivos cuyo acercamiento al arte no es convencional ni está facilitado por parte de los centros culturales tradicionales. Se trata de acercar la cultura a los colectivos con dificultad de acceso, un acompañamiento que apueste por la inclusión y la democratización de facto de la cultura.
Los espacios se adecuan a las familias, a las necesidades de los colectivos concretos, para favorecer el empoderamiento, “ocupar las instituciones culturales desde la fortaleza”.
Uno de los problemas con los que se encuentran las iniciativas de mediación y gestión cultural es la inmediatez de los proyectos y los cortos plazos en los que se plantean. Afortunadamente hay excepciones y en este sentido, Empower parents tiene un compromiso de actividad de al menos cinco años, gracias a la Fundación ICO. En el origen del proyecto existe una financiación internacional y condicionada a reproducir una experiencia desarrollada en otro contexto y país, con la dificultad que ello conlleva, por las necesidades específicas de cada realidad.
Al final, se trata de incluir en los receptores del proyecto: que se conviertan en activistas, que no sean simplemente visitantes, sino que sean protagonistas y parte del museo o de las actividades que se proponen.
Plantea un cambio de mirada en torno a la gestión, atendiendo a :
Nuevos públicos
Actores vs. espectadores
Pedagogías críticas
Nuevas formas de subjetividad política
Conocimiento o saber que articula, facilita y diseña los mecanismos para canalizar las búsquedas de financiación de la ciudadanía activa y propone estrategias o métodos de autofinanciación y redistribución económica a través de diferentes canales.
Vídeo en Directo · SÁBADO 7 ABRIL · 12:00 Horas
Adrián nos presenta una herramienta que permite buscar fórmulas no convencionales a la hora de acceder a financiación de proyectos de gestión comunitaria.
Cooperativa de servicios financieros, que se autorregula y se construye por sus socios. Funciona a través de la aportación de dinero por parte de los socios de la cooperativa. Se trata de adaptar los servicios a la realidad de cada uno de los colectivos que participan de la cooperativa. Se trata de una organización sin ánimo de lucro y el objetivo es dotar de recursos a los proyectos y colectivos que los necesitan.
Uno de los proyectos más significativos es La Borda: un instrumento en Can Batlló (Barcelona) para poder acceder a una vivienda digna a un precio asequible y de forma responsable. El suelo está cedido por el Ayuntamiento y la propiedad no es de las familias sino de la cooperativa, y los beneficiarios son las personas socias de dicha cooperativa. Al ser un suelo cedido por el Ayuntamiento, se exige cumplir la normativa de acceso a vivienda social. La construcción es sostenible y responsable y existe un modelo de gestión y de decisión colaborativo. Coop 57 entra en el proyecto en la fase de la búsqueda de financiación para la construcción de las viviendas.
Para Coop 57 fue un desafío lograr reunir el total de los 2,7 millones de euros que costó el proyecto: aportaciones de los socios de la cooperativa; aportaciones de las familias habitantes; préstamos a la inversión y participativos; título participativos emitidos por Coop 57 (por valor de 1000 euros); subvenciones… La garantía fue fruto de una negociación con el Ayuntamiento a través de la subrogación del proyecto, de forma que si la cooperativa no sigue adelante, se pueda buscar otra opción que permita la permanencia del proyecto (y por tanto su viabilidad).
Otro de los proyectos financiados es Nou Patufet, una escuela familiar con una sola línea, en el barrio de Gracia. Las familias se ponen de acuerdo para sacar adelante el proyecto que estaba en riesgo. Coop 57 participa parcialmente en la financiación, a través de un préstamo de inversión y otros de capitalización.
Conocimiento o saber que se encarga de cuidar los procesos de la ciudadanía activa, una tarea donde se articulan y sostienen los afectos, las emociones y el amor de la comunidad. El papel de los cuidados colectivos tiene que ver con la satisfacción de las necesidades cotidianas y el garantizar unas condiciones de vida digna en favor del buen vivir.
Vídeo en Directo · SÁBADO 7 ABRIL · 12:30 Horas
Elsa nos acerca a Lannas, un proyecto de transformación social, iniciado por mujeres desde una perspectiva feminista y de cuidados. Algo que se aplica en el CSC Luis Buñuel, con el objetivo de abordar la gestión de conflictos a través de los cuidados. Pero, ¿cómo?
– Partir de las propias necesidades: ¿cómo se entienden los cuidados colectivos? ¿desde dónde se parte? Prácticas destinadas a satisfacer necesidades básicas individuales y colectivas, en ocasiones, de difícil encaje. Un grupo no es la suma de las individualidades, es un sistema vivo que necesita unos cuidados especiales. Partir del autocuidado “como un acto político de guerra”. La creación de un espacio físico para hablar, mostrar, explicitar cómo se sienten las personas parte del espacio. La existencia de este espacio de cuidados tiene una periodicidad mensual y tiene un lenguaje muy especial, desde la emoción y la creatividad, con una mayor diversidad que en otros espacios.
– Parar: Los ritmos muchas veces no dejan espacio a los cuidados y es un conflicto continuo en los colectivos. El grupo tiene que tener un ritmo, que no es el del más lento ni el del más rápido, sino el que requiere el propio grupo. Tiene que ver con los propios límites y ser consciente de ellos.
– Cuidar es un acto, no una actitud. Todas las personas necesitamos cuidar y ser cuidadas. El no cuidarse a uno mismo, dificulta el poder cuidar a terceros: dificultad para pedir ayuda, para permitirse descansar. Es importante generar estructuras organizativas desde la necesidad concreta, no asumir, importar estructuras ajenas. Cada proyecto debe buscar sus propias formas de hacer y deben de ser flexibles según el momento. Las estructuras deben tener que ver con la realidad y el contexto, con la fuerza de cada momento. También está relacionado con los roles: atención al rol cuidador. Así como hay roles muy explicitados, el rol cuidador no se visibiliza, aunque existe, sino que es invisible (muchas veces porque se llevan a cabo por mujeres). En el Buñuel, el rol cuidador rota y tiene como objetivo atender a las emociones de cada momento.
Es importante también saber pedir ayuda, muchas veces las voces periféricas tienen una mayor capacidad para “transformar los conflictos”. Los conflictos no se resuelven, se transforman. Son motores de cambio, de evolución, oportunidades de crecimiento. Es necesario interiorizar que se aprende a base de conflictos y que forman parte de la vida.
Poder generar espacios seguros, lo que no es fácil, porque conlleva la creación de relaciones de confianza, tejer redes de afecto.
Elisa nos propone vivir el conflicto desde la ética de los cuidados y desde el aprendizaje.
Conocimiento o saber que estudia o colecta datos, que relacionados, permiten llegar a una síntesis e interpretación. Las personas o equipos que generan dinámicas para recoger la información, escuchan, observan, descubren, relacionan, e interpretan, no basándose solamente en los datos sino en los afectos que se producen y activan, para relacionarlos desde lo común.
Vídeo en Directo · SÁBADO 7 ABRIL · 11:30 Horas
Diego nos habla de mediación urbana de proyectos, desde el ámbito técnico pero también activista.
El ejemplo de la Cañada Real Galiana es muy característico, con un asentamiento informal que en su evolución ha llegado a tener diez mil habitantes. Cuando empieza a crecer la ciudad y llega a la Cañada, llega el conflicto. Y en ese punto llega TxP de la mano del Patio Maravillas.
Inicialmente se crea un proyecto, Sin Estado, para llevar a cabo intervenciones que visibilizasen la situación y las amenazas sobre la Cañada. También se trataba de luchar contra el estigma de la Cañada, elemento que se utilizaba para demonizar y justificar la expulsión de los habitantes de la Cañada. No se trata de negar la existencia de un comercio de droga, sino de dejar claro que es un elemento más dentro de las dinámicas que se producen en una población amplia.
TxP se encargó de llevar a cabo intervenciones en el mobiliario, crear una pequeña pedagogía para generar cambios en el territorio: desde prácticas artísticas a cosas más concretas. Los hitos mediáticos (de la mano de las intervenciones artísticas) da lugar a un diálogo entre los agentes políticos (ayuntamientos de Rivas y Madrid y Comunidad de Madrid) y sociales.
Se trabajó en un plan urbanístico con los vecinos para abordar una ordenación del territorio desde las necesidades de los vecinos que desembocan en una serie de propuestas para intentar ejemplificar dichas necesidades, una estructura organizada que posibilitase las demandas. Esto obligó a la CAM a hacer un plan propio con el objetivo de liderar el cambio en la zona. Todo esto ha permitido iniciar un camino de cambio, con mesas de trabajo, que sigue ahora sus ritmos.
Otro ejemplo es Campo de Cebada, proyecto que se inició hace 8 años y que puso la atención sobre los solares. Tras el derribo parcial de la instalación, un grupo de gente se plantea desarrollar actividades de gestión ciudadana de la mano de una actividad puntual promovida por el Ayuntamiento. Esta actividad genera un interés de otros colectivos y da lugar al inicio de la negociación sobre el espacio. Tras altibajos en dicha negociación, elecciones mediante, el proyecto arranca con una cesión temporal del uso del solar, que ha finalizado recientemente para dar paso a la recuperación de la instalación deportiva.
Otro de los proyectos está centrado en reutilizar materiales retirados del mobiliario urbano para darles otra vida. Uno de los usos de este proyecto es un cine que se ha instalado en un solar vacío. Se trata de una actividad que se desarrolla en la calle y que ha tenido que vencer una serie de rigideces administrativas a la hora de llevar a cabo actividades diarias.
Otra de las intervenciones y labores de mediación se traduce en actividades en barrios, alguna de las cuales ha llegado a ser catalogado de interés cultural.