Los modelos de gestión nacen de la idea de una responsabilidad colectiva que no se limite a la toma de decisiones, y que abarque también los procesos de construcción y gestión de los dominios comunes, es una receta en la que se apoyan estos espacios de gestión compartida, teniendo un papel fundamental en la coproducción ciudadana. Las iniciativas ciudadanas tienen múltiples y diversos modelos de gestión posibles, desde la autogestión de un espacio público hasta la gestión mixta ciudadana-administración. La gestión de infraestructuras implica generar contextos donde articular los nuevos modelos de gobernanza así como nuevos canales de inclusión y herramientas para gestión compartida de recursos y contenidos.
Conocimiento o saber desde el que se desarrollan procesos de autoorganización colectiva mediante los que se canalizan nuevas formas de hacer, fomentándose la apropiación de los espacios y el empoderamiento ciudadano. La construcción colectiva es una fórmula para la activación social y la habitación de infraestructuras para/desde/con la ciudadanía activa.
David nos presenta una serie de experiencias de deporte comunitario, liderados por gente que “no pueden estarse quietos”. Personas que, además de ser grandes patinadores, son muy hábiles hackeando mobiliario urbano.
Las plazas se transforman, para adecuarlas a los skates. Se ofrecen clases gratuitas a los vecinos, pero también se trabaja desde una perspectiva de género.
Experiencias:
Arbúcies (Girona).
El proyecto nace a pesar de la inexperiencia y la precariedad económica. La consecución de un premio, que aporta recursos, se une a la creación de una red de actores sociales que confluyen para dar solución a las reivindicaciones de un grupo de jóvenes.
Santa Coloma de Gramenet (Barcelona).
La experiencia es más fluida porque existe una experiencia previa y existen una serie de recursos, aunque limitados, por lo que se acudió a los talleres de autoconstrucción y al reciclaje. Sin embargo, la propuesta inicial se basaba en un proyecto muy básico, por lo que ahí se presenta el principal reto del proyecto: se llevan a cabo una serie de sesiones de codiseño.
Los materiales empleados provienen principalmente de la zona.
El relato gráfico de “la aventura” ayuda a generar interacciones y contribuye a llevar la temática del estudio al terreno.
¿Cómo llevar a cabo el proyecto cuando debe pasar por una fórmula de concurso a la hora de gestionar el presupuesto del proyecto? Se utilizaron talleres de autoconstrucción, para colaborar con la constructora que realiza la parte básica del proyecto, al tiempo que en unos contenedores se trabajan los talleres. Por lo que se trata de una experiencia que compagina en un mismo proyecto dos formas de hacer.
La siguiente etapa, la entrada de los paisajistas.
Sin olvidar la parte festiva.
En el proyecto inicial no se contemplaba la construcción de una pérgola, aprovechando unos semáforos viejos y unas vallas reutilizadas.
Se creó una plataforma en forma de bitácora que sirve para documentar los compromisos, así como los procesos de diseño, los recursos y las imágenes.
Conocimiento o saber que favorece la implementación eficiente y eficaz de los recursos de una organización cuando se necesiten. Estos recursos pueden incluir recursos financieros, materiales, productivos o habilidades humanas. En el ámbito de la gestión de recursos materiales, se han desarrollado procesos, técnicas y filosofías en cuanto a la mejor manera de asignar y redistribuir los recursos a la ciudadanía activa.
Alex pertenece al ecosistema de arquitecturas colectivas y nos plantea una redefinición del título de la píldora para denominarla: “Herramientas para enfrentar la necesidad de recursos constructivos en procesos ciudadanos de activación de espacios”.
Existen una serie de procesos y figuras en todo proceso de diseño pero en el caso de los proyectos de activación ciudadana, no existe una diferenciación clara, ya que arquitectos, usuarios, aficionados y colectivos, comparten ideas, diseños, recursos y espacios, de la misma forma que ocurre en el software libre.
Materials for the Arts es un ejemplo de almacén público. Funciona por exenciones fiscales: las industrias reciben exenciones por la cesión de materiales para su reutilización.
Existen también ejemplos de almacenes privados, como en Hanseatische Materialverwaltung (Hamburgo), que funcionan sin ánimo de lucro, pero en el que los recursos se venden.
Los espacios de almacenamiento son muy complicados de gestionar, porque son muy exigentes (tiempo y espacio).
También es importante poder hacer llegar los recursos a quienes los necesitan. Herramientas: tablones de anuncios y listas de correo, herramientos de geolocalización.
Las prácticas suelen ser informales, a nivel privado, pero a nivel público, el tema de la responsabilidad o la acreditación de la propiedad, ponen trabas a la hora de trabajar con la reutilización de recursos públicos. Para ello, se proponen tipologías de protocolos de actuación y de uso.
En este contexto, el GRRR (Gestión para la reutilización y redistribución de recursos) surge como grupo de trabajo para crear herramienta que permita agilizar estos proyectos, incorporando las herramientas y premisas previamente señaladas.
Existe un apartado de ofertas y demandas, así como de “Reusos”: sirve para tratar de contagiar a través de los nuevos usos, otras experiencias.
Hay también un contador que establezca si existe o no una buena gestión de los recursos y el ahorro energético asociado.
GRRR también incluye un glosario de términos, un apartado que recoge los acuerdos y otro las referencias.
No se trata solo de mover material sino de cambiar la cultura con la que construimos.
La forma de vincular todo esto con el barrio se plantea a partir de los puntos verdes. ¿Y si sirviesen para generar mobiliario y equipamiento de barrio? ¿Y si…?
Conocimiento o saber que registra la información y que proporciona un compendio de datos a través de diferentes formatos (audio, vídeo, escrito, dibujo, app, web,…), siendo la base sobre la que sustentar un relato colectivo.
Cine Sin Autor – Madrid
Chiara y Jesús. Cine Sin Autor nace hace 10 años en Madrid y es un proceso circular en el que no hay un guion, no hay director y todo se decide entre todos. Se trata de hacer cine con cualquier tipo de personas: migrantes, personas con enfermedades mentales, jóvenes, adultos…
Cine sin Autor ayuda a la realización de proyectos audiovisuales pero no tiene los derechos, sino que se comparten con los participantes.
Nunca se lleva una idea preconcebida, sino que depende del grupo, de los que sale de los intereses de los integrantes del grupo, de la asamblea.
Las operativas son circulares para dar lugar una democratización del cine.
Fase de encuentro social: equipo de realización y gentes del plató mundo (cualquier persona puede participar). Se centra en el derecho de cada persona a “contarse”, de la forma que quieran (fantasías, deseos, sueños…).
El guion es colectivo que suele ser un cruce de todas las historias de todos.
Operativas del rodaje: se decide quién graba y con qué herramientas. También se eligen los espacios.
El montaje puede ser público, para que se pueda ver cómo funciona, pero también se puede llevar directamente la propuesta de rodaje.
La exhibición: presentador primero o presente (los participantes) y remoto (que no han participado pero que pueden opinar).
La idea de la sostenibilidad sigue siendo la fase crítica del proyecto.
Los recursos públicos no son “para toda la vida”, puesto que dependen del ciclo político.
Las personas particulares también pueden acceder al proyecto, aportando recursos, pero esa gente quiere hacer sus propios proyectos, por lo que el proyecto pierde su razón de ser.
En estos momentos el colectivo plantea la creación de una escuela que contribuye al sostenimiento económico, pero también contribuye a la “viralización”, ya que esa gente que acude a la escuela puede replicar el modelo.
¿Cómo se monta una escuela?
A través de espacios privados que tienen intereses sociales, de esa forma se contacta con un coworking, lo que permite poner en marcha la pequeña escuela.
La metodología lleva al colectivo a partir de 10 pasos desde el imaginario de las personas individuales hasta la creación de un imaginario común a partir de las ideas individuales.
En la actualidad, de la mano de MediaLab Prado, Cine Sin Autor ofrece un laboratorio de expresión del imaginario: Plató 21, que pretende construir una comunidad a la que se reta continuamente a imaginar y a imaginarse creativamente.
La idea es poner todas las capacidades del colectivo sobre la mesa, de forma que se facilite la creación de un imaginario colectivo a través de medios diversos.
Conocimiento o saber que se dedica a transmitir mensajes, relatos, convocatorias a través de diferentes canales tanto digitales como analógicos. Entendemos la labor de comunicación de manera amplia comprendiendo desde las tareas a pie de calle, como en los medios de masas. La comunicación tiene un papel clave en la transferencia del conocimiento y posibilita un trabajo en red.
AGRUPACIONES TÁCTICAS DE REPOBLACIÓN INCLUSIVA A.T.R.T.I